VIGENCIA
MATEO 24:35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
¿Cuántas veces en su vida le dijeron: "te doy mi palabra..." y luego no cumplieron lo prometido? Muchas veces nosotros hacemos lo mismo: Damos la palabra de algo que luego no cumplimos, sea en una relación de noviazgo, en un negocio, en la amistad.
El engaño y la falsedad vienen a veces vestidos de seguridad. A simple vista la persona parece que va a cumplir todo lo prometido o pactado, pero llegado el momento nos vemos enfrentados a una triste realidad. ¡Menos mal que esto no pasa con el Señor! El sí es un Dios de palabra, pues cumple lo que ha prometido. Sus palabras son tan fieles y estables que el pasaje de este día dice que aún cuando el cielo y la tierra ya no existan, su palabra continuará siendo la misma.
La experiencia de la vida nos lleva cada vez a creerle menos a la gente. Por cierto no debemos generalizar, pero a medida que pasa el tiempo vemos un aumento de la deslealtad y el incumplimiento de las palabras.
Quizás usted ha sido engañado/a más de una vez y se ha transformado en un ser "incrédulo", incapaz de volver a creer en la palabra de nadie. ¿Sabe una cosa? El único que no le puede fallar es el Señor
¿No será tiempo ya de empezar a confiar en Su poderosa Palabra?
CONFESION DE FE:
CONFIO EN LA PALABRA DE DIOS Y NUNCA SERE DEFRAUDADO POR EL SEÑOR
ORACION:
Tú conoces Señor, las malas experiencias que he tenido con aquellos que me han fallado en lo que habían prometido previamente. Te pido en este momento que saques de mi todo espíritu de descreimiento, y me des fe para confiar en ti y en tu palabra infalible. ¡Gracias Señor porque tu no fallas!
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Carlos Vargas
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