Hablando el lenguaje del amor
¿Cómo podemos hablar el lenguaje del amor del otro cuando estamos llenos de dolor, ira y resentimiento por las faltas pasadas?
por Gray Chapman.
El habernos equivocado en el pasado no quiere decir que nos equivocaremos en el futuro. Somos criaturas de decisiones. Eso significa que tenemos la capacidad de hacer malas decisiones, como todos las hemos hecho. Hemos criticado y hemos hecho cosas hirientes. No estamos orgullosos de esas decisiones aunque pudieron parecer justas en ese momento. La respuesta a esa pregunta está en la esencia natural de nuestra humanidad. En vez de eso podemos decir:
"Lo siento. Sé que te he ofendido, pero quisiera que el futuro fuera diferente. Quisiera hablar tu lenguaje de amor. Quisiera llenar tus necesidades".
He visto matrimonios rescatados al borde del divorcio cuando las parejas se deciden por el amor. El amor no borra el pasado, pero hace diferente el futuro.
Brent estaba en mi oficina con rostro impávido, inexpresivo. No había venido por su propia iniciativa sino a petición mía. Una semana antes, su esposa Becky había estado sentada en la misma silla llorando incontrolablemente. En medio de sus lágrimas trató de contar que Brent le había dicho que ya no la amaba y que se iba. Estaba destrozada. Cuando recuperó su compostura, ella había dicho:
"Los dos hemos trabajado mucho en los últimos dos o tres años. No puedo creer lo que dice, siempre ha sido una persona bondadosa y responsable. Es un padre muy bueno para nuestros hijos, ¿cómo podría hacernos esto?"
Por mi parte había escuchado cómo describía sus doce años de matrimonio. Tuvieron un noviazgo emocionante. Se casaron completamente enamorados. Tuvieron los ajustes típicos y propios de los primeros días de matrimonio, y se pusieron a alcanzar el sueño de toda pareja. A su debido tiempo descendieron de la cúspide de su enamoramiento, pero no aprendieron a hablar el lenguaje de amor del otro en forma satisfactoria. Ella había vivido con un tanque de amor a medio llenar en los últimos años, pero había suficientes expresiones de amor que le hicieron pensar que todo estaba muy bien con él. Sin embargo, su tanque de amor estaba vacío.
Le había dicho a Becky que trataría que Brent conversara conmigo. Por teléfono le dije: "Como usted sabe, Becky vino a verme y me contó que estaban teniendo dificultades en el matrimonio. Quiero ayudarla, pero para hacerlo necesito saber qué es lo que usted piensa". Él había aceptado hablar conmigo sin vacilación, y ahora estaba en mi oficina. Su apariencia exterior hacía contraste con la de Becky. Ella había estado llorando incontrolablemente, pero él estaba firme, estoico. Tuve la impresión, sin embargo, que su llanto había tenido lugar semanas o quizás meses atrás, y que había sido un llanto interior.
La historia que Brent contó confirmó mi corazonada. -Ya no la amo- dijo. —La he amado por mucho tiempo. No quiero herirla, pero no nos sentimos cerca. Nuestra relación es vacía. Ya no disfruto el estar con ella. No sé lo que pasó, quisiera que fuera diferente, pero ya no siento nada hacia ella—. Él estaba sintiendo igual que cientos de miles de esposos habían sentido siempre. La mente ya conformada a un "ya no la amo" es lo que da a los hombres la libertad emocional para buscar amor con otras mujeres. Sucede lo mismo con las esposas que utilizan la misma excusa. Simpaticé con Brent porque yo he estado en su lugar.
Felizmente descubrí, en los primeros años de nuestro matrimonio, la diferencia entre la experiencia del enamoramiento y la necesidad emocional de sentirse amado. La mayor parte de las películas, las telenovelas y las revistas románticas, han tergiversado estos dos conceptos, aumentando nuestra confusión.
Pero en realidad son distintos. La experiencia del enamoramiento está en el nivel del instinto; no es premeditada. Simplemente se da en el contexto normal de las relaciones hombre-mujer. Puede ser aceptada o rechazada, pero no es el resultado de una decisión consciente. Dura poco tiempo, por lo general dos años. La experiencia del enamoramiento satisface temporalmente la necesidad de amor. Nos hace sentir que alguien nos quiere, que alguien nos admira y nos aprecia.
Sin embargo, si no hemos aprendido su lenguaje principal de amor, o no hemos decidido hablarlo, cuando descienda de las alturas emocionales tendrá demandas naturales de una necesidad emocional no satisfecha.
Después de algún tiempo de vivir con un tanque de amor vacío querrá enamorarse de otra persona y el ciclo comenzará de nuevo. Llenar la necesidad de amor de mi esposa es una decisión que tomo cada día. Si sé cuál es su lenguaje principal de amor, y decido hablarlo, sus necesidades más profundas serán satisfechas y ella se sentirá segura de mi amor. Si ella hace lo mismo por mí, mis necesidades emocionales serán satisfechas y ambos viviremos con un tanque lleno.
Brent era honesto, y reveló que ya había estado enamorado de alguien por varios meses. Había esperado que esos sentimientos se fueran y que pudiera arreglar su situación con su esposa. Pero las cosas en el hogar habían empeorado. Un mes más tarde recibí una llamada de Brent. Me dijo que le gustaría hablar conmigo otra vez. Cuando entró a mi oficina, estaba visiblemente perturbado. Su amante había descendido de la altura emocional del enamoramiento y ahora veía en Brent cosas que no le gustaban. Le recordé la naturaleza temporal del enamoramiento, el cual tarde o temprano nos bajaba de las alturas emocionales al mundo real.
Le sugerí que la crisis quizás fue algo que sirvió para que él y su esposa recibieran consejería matrimonial. Aceptó la consejería y nueve meses después Brent y Becky salieron de mi oficina con un matrimonio renacido.
Este artículo ha sido tomado del libro:
Los cinco lenguajes del amor
por Gary Chapman
ISBN 1560636807
Editorial Unilit-Revista Enfoque
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Carlos Vargas
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